La realización de esta pintura también fue sumamente importante en mi trayectoria. Me preguntaba "¿Qué trabajo puedo hacer por mí misma, sin tener a mi lado la guía de mis profesores?"... Elegí hacer una Naturaleza muerta, como al principio de mis estudios. Busqué algo que me resultara simple, cotidiano... Y no me averguenza decir que me tuve que autoconvencer de que tenía que resultar algo mío, propio, con mi estilo, aunque tenga imperfecciones al no tener a un profesor a mi lado. Salió esto que ven...
- Las flores y el follaje son los grandes protagonistas.
- Las frutas... dan ganas de comerlas...
- En la jarrita, intenté lograr el efecto visual del cobre envejecido.
Cuando vivía mi padre, mis obritas fueron obsequios para él. Ahora que no está físicamente a mi lado, es mi madre la destinataria de mis trabajos posteriores. Ella los valora muchísimo y eso me gratifica. Esta pintura fue pensada para ocupar un espacio de su casa... un rincón importante que siempre me pareció que le faltaba algo de color para darle alegría y vida. El objetivo fue logrado.
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