viernes, 18 de julio de 2008

UN PEDACITO DE MI VIDA...

¿Cómo llegué a darme cuenta de que era una artista?... Haciendo un viaje hacia el pasado tomé conciencia de que, genéticamente fui, soy y seré una artista. Mis abuelos, tíos, primos, mis padres… músicos y literatos, entre otras ramas. Y dentro de mi familia, el que no se dedicaba al arte, lo hacía como segunda actividad.

Me crié en un ambiente fértil para el Arte. En mi hogar había música (muy variada, pero de la buena…), cuadros con hermosas reproducciones de grandes maestros… Mi madre, una hermosa docente del área de Lengua, llenaba las bibliotecas de buenos libros a los que sus hijos podíamos acceder (aún hoy lo hace, pero pensando ya en sus nietos). Mi padre, nos llenaba de alegría con su guitarra y temas de su autoría. También escribía bellísimas poesías… En el anochecer de sus días, esos poemas estaban dedicados a Dios, llenos de espiritualidad. Las descubrimos, organizando papeles, después de su muerte.

Fue así que, llegando a la edad de mi primera escolaridad, ingresé a mi amado Colegio “Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús” del barrio de Belgrano, de la ciudad de Buenos Aires. Allí conocí a mi primera maestra de Plástica… Madre Yolanda… la que sembró en mí, una nueva semilla de amor por el Arte. Así continué mis estudios primarios y secundarios, sin darle demasiada importancia a mis preferencias. Estoy segura de que, para Dios, todo llega en el momento oportuno. Y ése no lo era…

Durante mi adolescencia llegó mi apertura hacia la espiritualidad. Era muy común, en esa época, formar parte de Grupos Juveniles de Parroquias donde desplegábamos diversas actividades de servicio al prójimo. Allí conocí a dos personas muy especiales y queridas por mí (con las que pude reencontrarme después de muchos años…) Lucrecia, una estudiante de Bellas Artes por aquellos años (hoy es una eximia artista plástica y docente). Para uno de mis cumpleaños supo obsequiarme su primera xilografía… Sentí un “clic” dentro de mí… ¡Cómo deseaba ser como ella!... Y el tiempo siguió transcurriendo… Y yo sin seguir escuchando a mi corazón…

La otra persona es Mirta. Por aquellos años, estaba finalizando sus estudios de Psicopedagogía. Me realizó un test vocacional. Entre varias alternativas, dio como resultado ¡Bellas Artes!... Y el tiempo siguió transcurriendo sin reparos…

Me casé, tuve hijos… creí que ya no tendría oportunidad de hacer realidad mi sueño, mi vocación. Pero cuando ellos tuvieron una edad suficiente como para no depender tanto de mí, replanteé mi situación. Tuve luchas internas muy grandes… ¿qué debía hacer? ¿qué podía hacer?... ¿A mi edad? ¿estudiar de nuevo después de tanto tiempo? Mi decisión llegó a través de la Sagrada Biblia… Cierto día la abrí en una página cualquiera… y apareció la conocida “Parábola de los talentos”… ¿podía sentirme identificada en algo?... Sólo pude darme cuenta de que el Señor me había dado “talentos” para administrar… y yo, quién sabe por qué causa, no había hecho nada al respecto. Cuando me pidiera cuentas ¿qué le iba a responder?... Allí llegué a la conclusión de que, a pesar de que ya era grande, todavía estaba a tiempo.

Con muchísimo miedo por no poder cumplir, me dispuse a buscar lugares posibles para estudiar. Inicié mis estudios de Arte… y, a pesar de que ya obtuve mi título de “Profesora de Artes Visuales”, aún continúo haciéndolo pues, el estar actualizada, ya forma parte de mi vida.



Vaya mi agradecimiento para el plantel de profesores de la Carrera de Bellas Artes del Instituto del Profesorado del "CONSUDEC" (Consejo Superior de Educación Católica) de la Ciudad de Buenos Aires y para los docentes del "Instituto del Profesorado de Arte Nro 4" (I.P.A.T.) de la Ciudad de Tandil (Pcia. de Buenos Aires) especialmente a mi profesor de Pintura, Profesor PABLO VIANA.

También agradezco a mi familia (esposo e hijos) todo el "aguante" que tuvo... especialmente en las épocas de exámenes, pues muchas veces necesité delegar mis tareas hogareñas en pos de mi realización personal.

También tengo en mi mente a mi madre, alentándome con sus palabras, ayudándome en la búsqueda de materiales de estudio y escuchando mis confidencias, sabiendo que, como artista que es ella, me iba a comprender. Y un recuerdo amoroso para mi padre que, a pesar de estar enfermo, compartía conmigo todas las anécdotas que surgían en mis prácticas docentes... disfrutábamos tanto con las ocurrencias de los niños... Sé que desde el Cielo, él continúa haciéndolo, sigue estando a mi lado...


3 comentarios:

Unknown dijo...

Voy a inaugurar este espacio para felicitarte y agradecerte que salgan a la luz estas obras que son buenísimas, conmovedoras, alegres o solemnes. Siempre bellas.
Un placer enorme que podamos compartir tu arte.
Como esta historia continuará, espero seguir ingresando y descubrir nuevas piezas que me sorprendan.
Hebe

MANZANITA_FRAGANTE dijo...

Hebe querida... gracias por tus palabras tan llenas de tu cariño de siempre. Son un gran impulso para mí, en esta preciosa empresa que inicié.

Prometo ir actualizándolo con nuevas imágenes.

Te quiero mucho...

MONI

Anónimo dijo...

Monet!!! ya habia entrado a tu blog solo que no me di tiempo para dejar un mensaje!!! me encanta. siga pa'delante no ma!
besotes. ElenaRZ